Araceli Meza, confesó que Dios le dijo que debía privar de alimentos a un menor de 2 años y así lo hizo por 25 días hasta que murió el pequeño. Luego lo intentó resucitar en una ceremonia en su iglesia en Balch, Springs.
La muerte de un niño de tan
solo dos años ha provocado consternación tras permanecer sin comer 25 días,
porque presuntamente estaba endemoniado.
Tras este lamentable
incidente, fue arrestada Araceli Meza de 49 años de edad, quien se
autodenominaba ‘profeta’ y que se comunicaba con Dios.
El menor de nombre Benjamín,
murió el pasado 22 de marzo tras casi cuatro semanas sin comer, y en lugar de
ser llevado a un hospital, sus familiares lo llevaron a la Iglesia
Internacional Jesús es el Rey, que realmente es una casa ubicada en la cuadra
12300 de Duke Drive, en esta ciudad limítrofe al sur de Dallas.
Según la investigación, varios
testigos dijeron que le daban sólo agua varias veces al día, pero no alimentos.
Incluso un miembro de la congregación trató de darle de comer al pequeño y fue
castigado por los pastores.
Una feligrés de la iglesia,
identificada como Nazareth Zurita, dijo que el menor “lucía frágil y débil”
según la denuncia de las autoridades.
Otra miembro, Delia Guadalupe
Oyervides Herrera, le indicó a la Policía que, aunque intentó darle comida al
menor en varias ocasiones, pastores se lo impidieron indicando que “era la
voluntad de Dios”.
Quisieron resucitarlo
El día en que Benjamín murió,
Araceli Meza y otras tres personas sospechosas del caso, realizaron una
ceremonia de resucitación.
Un video del culto para
resurrecitar al infante y que fue proporcionado por un informante no
identificado, muestra a la pastora Meza orando, mientras sostiene en brazos al
niño, al que se refiere como Benjamín.
“Le ordeno en el nombre de
Jesús que ese corazón recobre la vida”, se le escucha expresar a la mujer en la
grabación. “En el nombre de Jesús todopoderoso, lo unjo con aceite de la cabeza
a los pies”, agrega. “Ahora, ahora, te ordeno que te levantes en el nombre de
Jesús”, insiste Meza. “Ya es hora de que te levantes, ahora mismo”.
El pequeño Benjamín murió y
los padres, junto con la autodenominada profeta y otros miembros de la Iglesia,
llevaron el cuerpo a México para sepultarlo y nunca dieron aviso a las
autoridades.
La investigación señala que
Araceli Meza dijo en sus primeras declaraciones tras ser arrestada, que creyó
que Dios iba a resucitar a Benjamín.
La policía de Balch Springs
empezó a investigar el caso cuatro días después de la muerte del niño gracias a
que alguien les informó de la penosa situación.
El vocero de la corporación
explicó que se trabaja con las autoridades mexicanas para localizar a los
padres del menor y saber dónde enterraron el cadáver porque el niño era
ciudadanos de Estados Unidos.
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