Tras caer la histórica ciudad de Palmira en manos del grupo terrorista ISIS, la ciudad de Aleppo, en Siria, podría ser un próximo objetivo para los yihadistas. Es por ello que muchos cristianos huyen hacia zonas costeras, algo más seguras. El ruido de explosiones y disparos es habitual en los últimos tres años en Aleppo. Un líder cristiano de Aleppo, Antoine Audo, ha advertido que los cristianos de la ciudad están sufriendo, pero a pesar de ello intentan mantener todavía las iglesias, escuelas y universidades abiertas. “Aunque vivimos en un desastre diario, creemos que es importante el estudio para el futuro... si es que lo hay en esta ciudad”, indicó a la Agencia Fides.
“Las personas tienen miedo como nunca antes en los últimos años”, afirmó por su parte una creyente, Annie Demerjian en declaraciones a la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada. “La gente tiene miedo de fuertes enfrentamientos” y “miles de personas ya abandonaron la ciudad, tanto cristianos como musulmanes. Nos estamos preparando para lo peor”.
Este domingo, una explosión en el transcurso de un servicio que se celebraba en una iglesia cristiana en el barrio de fe sembró el pánico entre los asistentes. Aunque no hubo víctimas mortales, el ataque muestra que la situación ha empeorado.
Aleppo es una zona en disputa entre las fuerzas del régimen sirio y la oposición rebelde, y hay una participación cada vez mayor de las fuerzas yihadistas, incluyendo combatientes de ISIS. El barrio cristiano fue bombardeado durante el fin de semana de Pascua, con un saldo de 15 muertos y numerosos heridos.
Demerjian explicó que “los cristianos están tomando con ellos todo lo que pueden llevar y buscan refugio en la costa o en el ‘Valle de los cristianos’. No sé cuántos se han ido pero son varios miles. Las zonas cristianas parecen vacías”.
“Los cristianos de Aleppo están todavía en estado de shock, los ataques de Pascua fueron muy duros. Las personas se asustan con cada ruido fuerte. Muchas personas, una vez más se encuentran viviendo entre ruinas. Una mujer encontró a sus hijos inmóviles entre los escombros pero, afortunadamente, habían sobrevivido. Otros perdieron la vida en los ataques. El domingo de Pascua enterramos muchos de nuestros hermanos y hermanas. Fuimos de un funeral a otro. Fue tan triste”, expresó.
“¿Pueden imaginar el sufrimiento de estas familias? Los que han sobrevivido están profundamente heridos por dentro, en lo profundo de su alma. Pero hemos crecido acostumbrados a las bombas y a la muerte. La gente sigue en marcha, con la ayuda de Dios”, añadió.
La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) denunció en un reciente informe que en Aleppo se estaban cometiendo crímenes contra la humanidad, por parte del ejército sirio leal a Al Asad.
Según Amnistía Internacional, se han practicado “atrocidades” con bombardeos en barrios de civiles. “Estos ataques continuos en áreas residenciales – dijo Philip Luther, director de AI en Oriente Medio – son crímenes de guerra. El gobierno sirio parece haber adoptado una política cruel de castigo colectivo contra la población civil de Aleppo”, denunció.
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